La Diputación siempre ha sido un nido de chanchullos y compadreo
entre sindicalistas y gobierno de turno para conseguir privilegios para unos y
otros, que más quisieran otros funcionarios, empleados públicos y trabajadores
en general. Chanchullos y
compadreos que siempre han sido vistos con buenos ojos por la mayoría de
quienes aquí trabajamos pues
somos los beneficiarios directos.
Aquí va ¿el último?.
Cuando el Gobierno de
Mariano Rajoy decretó que debíamos
trabajar media hora más al día, las cabezas pensantes del gobierno de
la Diputación y de los sindicatos, comenzaron a elucubrar cómo saltarse la
norma y no trabajar esa media hora. Había
que diseñar un chanchullo que no diera el cante, y que, incluso, pareciera
hasta bonito.
Al final tuvieron un parto
increible. Se inventaron que si hacías un curso ON LINE de unas pocas
horas, fuera del tiempo de trabajo, te librabas de esa media hora añadida.
Quienes diseñaron tal
chanchullo decidieron que los cursos serían del tipo "basura". Así
los presentaron al dejar bien claro que no se entregaría ningún diploma que
acreditase que lo habías realizado.
Estos cursos no tenían el objetivo de que aprendieras nada, ni te
capacitaras en nada, ni te reciclaras en nada, ni sirvieran para nada. Sólo
justificaban el chanchullo para saltarse la norma rajoniana.
Así, que mucha gente se apuntó
inmediatamente a los cursos en cuestión. "Yo ni he abierto el ordenador.
Mi hijo lo ha hecho en un pis pas". Los/las más listos se apuntaron en
grupo a un determinado curso, que luego hacía una persona, le pasaba las
respuestas a los demás y... punto y pelota. ¡¡Qué bonito!! ¡¡Qué bonito!!
El desmadre chanchullero ha
llegado a tales extremos que la Diputación se ha visto obligada a suspender los
cursos, pero no se ha atrevido a volver a imponer la media hora más de trabajo.
En el colmo del cretinismo
burocrático, para que no quede ninguna constancia de que se están saltando la
norma de su propio partido (¡qué bochornoso es todo!) han "corrido la
voz" de que desaparece la
media hora impuesta por el peperónico gobierno de Rajoy. Pero... nada de
comunicarlo mediante un escrito oficial, o por e-mails, o mediante el tablón de
anuncios. ¡Que no se sepa!.
¡Hasta que extremos están
llegando en esto de montar chanchullos!
Diputación tenía que ser.
¡Huele a bananas!
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